domingo, junio 23, 2013

Pato-aventuras de domingo...

El sol brillaba amenazante tras días de perfectas mañanas lluviosas y frías. Aprovechaba para subir a tender mi ropa, con mi pijama naranja puesta, el cabello medio desarreglado y un cigarro en la boca, cuando entonces lo ví. A aproximadamente 3 casas de mi azotea, cruzando la calle, aquel hombre que gusta de salir desnudo a mirar el horizonte... Es un hombre ya grande, alto, con el notorio paso de la vida por su cuerpo. No es la primera vez que nos encontramos entre mis breves periodos de ama de casa "responsable" y sus costumbres de fin de semana. Entonces paré, la mirada se me perdió en el horizonte llena de pensamientos . De fines del mundo imaginarios, de paseos nocturnos en soledad, de encuentros fortuitos, de tomas de decisiones. De al fin atreverme a probar el "qué pasaría si", de mi curiosidad que se ha transformado en grata compañía, de pensarte y no... De aquellas acciones que se transforman en búsquedas, de esas búsquedas que se transforman en símbolos, de esos símbolos que ya permanecen tatuados en el alma y muy pronto lo estarán en la piel.

Empecé a pensar en que poco a poco me transformo, poco a poco entro en una metamorfosis donde no necesito radicalmente tomar una postura y paso por la vida fluctuando entre hada, mujer, niña y hasta puta, donde no necesito explicarle a los demás lo que decido porque ni siquiera a mi misma me pido ya explicaciones. Pensaba en olvidos,vómitos, odios, transformaciones y maldiciones, en esas mujeres hermosas que engalanan mi vida con su presencia, en esos relatos que se parecen tanto a los míos o tanto a los que desearía vivir. En esos pensamientos estaba y de pronto el sol no me parecía tan malo, el aire me parecía ese mismo aire de paz y melancolía que he venido respirando hace días después de atreverme... En esas estaba cuando sentí su mirada clavada en mi, mi vecino se había dado cuenta de mi pausa y ahora me observaba. Sonreí brevemente, saludé con la cabeza y seguí mi camino entre mis pensamientos. A lo lejos las campanadas de la misa sonaban, pero esta vez no sentí que me llamaran con la desesperación con la que hace días parecían gritarme, más bien acompañaban a coro mis pensamientos...

Por supuesto, cuando volví de haber tendido la ropa, él ya no estaba, me metí a casa con la idea loca de que tal vez en un futuro no muy lejano seré yo quien salga a pasear por la azotea así... Otro reto más por cumplir!

"Esta era una Estrella que se hizo poesía y sabía volar con alas de deseo y amores tejidos entre sueños" - Te quiero, grillo!