martes, abril 04, 2017

Escolha

Entre un abanico de amplias posibilidades, te elegí un día tan naturalmente como quien elige respirar el aire del universo...
Tan rápida y frugalmente te elegía todas las mañanas al gastar mi primer pensamiento en ti... Así tan casual como cuando decidí contarte lo más profundo que hay en mi alma, todas y cada una de las veces que decidí mirarte a los ojos y enamorarme para luego arrepentirme por lo que no debiera ser o debiera sentir... 
Te elegí todos y cada uno de los días en que pensaba en si estabas bien, toda aquella ocasión en la que me preguntaba si alguna de las cosas que me rodean te pudieran parecer atractivas o simpáticas. 

Me avoqué a ti cuando me entregué a ti en mente, en cuerpo, en alma... Te entregué entonces toda la lista de las imperfecciones que tengo, toda fue tuya y aunque no era el mejor paquete ni el más bonito, era un paquete honesto.

Te elegí todos y cada uno de los días a pasitos pequeños, hasta que tuve que hacerme a la idea de que tú no me elijes a mi de vuelta, y a veces aún te elijo todos los días aunque sea a ratos, sea compartido. 

Hasta hoy yo elijo estar contigo y amar todo lo bueno y malo sobre ti, elijo que esto duela también a veces. Que de pronto en noches como esta el dolor simplemente no me deje poder conciliar el sueño.
A veces elijo navegar en ti como barquito sin timón a la deriva, otra vez perdida en un océano... Y es que de pronto este océano está tan en calma, la vista es tan bella que siento que no debo marcharme aún.

Yo te elijo todos y cada uno de los días, estés o no estés conmigo. Te eligiré hasta que ya no pueda elegirte, hasta que el alma se desangre entre los rasguños despiadados de la espera, mientras nos sentamos juntos a esperar que llegue ella;  ella la que no sea una cajita de Pandora de defectos. Que sea esa mujer vivaz, inteligente, capaz y completamente radiante que mereces.

Yo te he elegido y ha sido una aventura maravillosa, todos y cada uno de sus días, en mayor y menor caudal. Adorado mago de emociones, te elije la dualidad de mis emociones, mi huracán de lágrimas entre risas.
Te elijo aún y y a veces entre sueños, poquito antes de despertar desearía con el alma entera que un día me eligieras también tú a mi...