Me gusta mirarte cuando te pierdes hacia el horizonte con tu caminar pausado y esperanzado, dando saltitos como si flotaras orgulloso por la tierra... Entonces pienso que alguna vez fuiste mio, lo mucho que te disfrute y aprendí de ti, lo mucho que soñé entre tus brazos y lo feliz que fui... Y espero, que ese flotar te encamine sin desviaciones a tus sueños y... si tengo suerte, tus pasos un día se dirijan nuevamente hacia mi.