Y fue entonces que lo sentí, el corazón apachurrado por algo tan simple,
algo tan común como la ausencia de la habitual despedida... y entonces
me pesó la ausencia aunque sea solo momentánea, entonces me dolió la
distancia aunque sea solo temporal... El infinito ir y venir de los
latidos de un corazón!
2 comentarios:
Muy buena,la página saludos.buenos aires argentina.
Gisela, te agradezco muchísimo que me leas y aún más que te tomes la molestia de enviarme un comentario, bonito día!
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