¿Que yo hago qué? ¿Que vivo dónde?... ¿Que me llamo cómo?... Todo lo he olvidado y en ello he encontrado la cura, los fantasmas dejan de perseguirme, se substituyen por montones de haditas revoloteantes que cargan mi cuerpo ya ligero hacia el día a día. Creo firmemente que no existe más mundo allá afuera y si existe también he olvidado sus sonidos, su ajetreo diario, sus danzas rigurosas. Me voy a quedar anclada a la cama, a las rutas que inventamos, los caminos jugados, las teorías descubiertas. Me voy a perder en este hoyo negro iluminado, en los ires y sobre todo en los venires de tu cuerpo, en mis ausencias justificadas y por tanto tiempo anheladas. Voy a quedarme varada entre los despertares de momingo, las ganas guardadas, el tiempo que no pasa... No estoy perdida, me encontraron, me encuentro, me descubres y yo me pinto de arcoiris. Juego a que tu cuerpo me habla, a que sin siquiera tocarme le pertenezco. Me olvido que soy mortal por un día, desmiento teorías estúpidas que dicen que el ser humano no puede volar. Vomito frases sin sentido que tú pareces entender... Mañana una parte de mi se levantará y saldrá a explorar que quedó del mundo en mi ausencia, pero la otra se queda... Se queda a escuchar tus gemidos, a beberte con la mirada nebulosa, se queda con dedos que componen música alternativa, se queda prendida a tus caderas a las que por tanto tiempo y de tantas maneras llamé, una parte de mi se declara en arraigo domiciliario con cadena perpetua voluntaria. Mañana andaré por el mundo nueva, nacida, renacida, bautizada por tus aguas. Mañana si me notan ausente, enmimismada, distraida y exhausta por favor no traten inutilmente de "hacerme volver"... y no, no me pasa nada, no estoy enferma, perdida, preocupada o triste, simplemente viva que es mucho más de lo que algunos pueden decir.